
La movilización que se necesita para este adiestramiento se percibirá en la ciudad porque “la seguridad física es incompatible con la comodidad”, apuntaba ayer Pérez-Urruti. Se pretende interrumpir lo mínimo posible la actividad habitual de las instalaciones de la Armada pero se intensificarán los controles de acceso, lo que ralentizará la entrada y puede provocar aglomeraciones en determinados puntos, una cuestión para la que ya se ha alertado a las autoridades pertinentes.