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Ferrol

La modernización de las cinco fragatas F-100 permitirá alargar su ciclo vital otras dos décadas

El ciclo inversor del Ministerio de Defensa que comenzó hace tres años con el corte de chapa de la primera de las cinco fragatas de la serie “Bonifaz” (F-110) se extenderá, al menos, durante la próxima década y lo hará, además, a otros buques como el logístico que sustituirá al “Patiño” y a los escoltas de la serie F-100, que se modernizarán en prácticamente todos sus sistemas para acercarlos a las prestaciones que van a ofrecer los barcos que se están construyendo en el astillero de Ferrol para la Armada.

El Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa que el Ejecutivo central llevó al Consejo de Ministros en el mes de abril establece para este año una inversión de 10.471 millones en cinco grandes partidas. De esta manera, el Gobierno alcanzará el 2% del PIB en política de defensa. De las cinco áreas en las que se divide el programa, la fabricación y compra de nuevos instrumentos absorberá el 19%.

Aquí se incluye el desarrollo de vehículos de cadenas, la modernización de los aviones de combate y los dos aspectos que afectan a la industria naval de la ría de Ferrol: la actualización de las fragatas de la clase “Álvaro de Bazán” (F-100) y la fabricación del Buque de Aprovisionamiento en Combate –BAC– que sustituirá al “Patiño”. Tanto los buques de escolta como el logístico tienen su base en el Arsenal de Ferrol y forman parte de la 31ª Escuadrilla de Superficie.

La modernización de las fragatas será prácticamente integral y ya dio su primer paso en el último Consejo de Ministros de mayo con la autorización para contratar la actualización del procesador del radar SPY –uno de los elementos del sistema de combate Aegis–, que, según explicó el Gobierno, permitirá mejorar las capacidades y la eficacia operativa de los buques. El presupuesto ronda los 14 millones y es la primera actuación de un paquete de inversiones que alcanzará, en total, los 2.000 millones.

El objetivo es que las F-100 puedan estar en servicio otras dos décadas y, para ello, se intervendrán en la plataforma y los sistemas de armas, de combate  de información y comunicaciones con el objetivo de aproximarlas, lo máximo posible, a las prestaciones que van a ofrecer sus versiones mejoradas, las F-110.

Empleo

La orden de ejecución para la modernización de las fragatas se firmará previsiblemente antes de que acabe el año, si bien es muy probable que los trabajos en dique –antes hay todo un proceso técnico y de diseño muy exhaustivo– no puedan comenzar antes de 2030, es decir, en la última fase de la construcción de las F-110. Esto no significa que no vaya a haber antes otros periodos de inmovilización programada y, de hecho, son relativamente habituales cuando se trata de trabajos de menor envergadura, de carácter puntual o cuando se centran en tareas de mantenimiento.

Esta concurrencia de ambos programas, unida a la construcción del BAC –la orden de ejecución ya se firmó el pasado mes de mayo– en el astillero de Ferrol extenderá el pico de ocupación en las instalaciones hasta, al menos 2035.

Cabe recordar que, cuando aún no se ha alcanzado la “meseta” de empleo en la factoría, ya son más de 5.000 personas, entre la plantilla de la compañía pública y de la industria auxiliar, las que entran a trabajar diariamente en la factoría local. A partir del bienio próximo, 2026-2027, y durante todo el lustro siguiente, el pico sostenido de ocupación alcanzará los 9.000 trabajadores, una cifra que no se alcanzaba desde hace más de década y media.

El BAC costará 703 millones y comenzará a hacerse a comienzos del año que viene

Además de la construcción de las F-110 y de la modernización de sus hermanas mayores, las F-110, el astillero de Navantia Ferrol asumirá la construcción del Buque de Aprovisionamiento en Combate –BAC– que sustituirá al “Patiño”, un buque logístico, con base en el Arsenal de la ciudad naval, que ya tienen tres décadas de vida.

Este es uno de los Programas Especiales de Armamento desplegados por el Gobierno en el último año en el marco del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa. En el mes de mayo, el Consejo de Ministros aprobó una inversión de 703 millones que servirá para desarrollar íntegramente este nuevo producto. La financiación abarca desde el presente año hasta 2032 y contará, para el periodo 2025-2029 con la aportación del Ministerio de Industria y Turismo por un importe total de 380 millones.

En estos momentos, la Armada cuenta con dos buques de aprovisionamiento que permiten alargar la navegación de las fragatas suministrándoles todo lo necesario sin tener que atracar en puerto. El “Patiño” es quince años más viejo que el “Cantabria”, que se entregó a la Armada en el año 2010. Ambos forman parte de la 31ª Escuadrilla de Superficie, con base en el Arsenal.