Intensidad, concentración y personalidad. Antes de dirigirse a tierras vascas era lo que Cristóbal Parralo pedía a los suyos. Y como si se hubiese invocado un maleficio sobre la escuadra verde, sus salidas al césped de Ipurúa estuvieron desprovistas de la tenacidad que la cita, ante un rival herido en su madriguera, requería, tal y como había advertido el míster del Racing de Ferrol.
Era desde luego la opinión que compartía el centrocampista Álvaro Sanz al término del partido, observaciones realizadas desde una posición privilegiada en la medular del campo. “Desde mi punto de vista, vamos de menos a más y eso hay que cambiarlo, tenemos que darlo todo desde el principio”, valoró el de Caspe, reconociendo que “nos cuesta sobre todo empezar los partidos”.
Y es que esa parece ser la tónica últimamente: salvando el choque copero contra el Cuarte, en las dos últimas jornadas de liga, ante el “casi colista” Tenerife y el todavía líder Racing de Santander, el equipo encajaba un gol temprano en el “maldito” minuto 13. A esos se suma ahora el "zarpazo" propinado el sábado por Pascual sin haberse cumplido el primer minuto del segundo tiempo contra el Eibar.
En eese duelo costó meterse en el juego “tanto en la primera parte como en la segunda, que es cuando hemos encajado el primer gol”, estimó Sanz, consciente de lo imperativo que es para ellos “empezar esos 15 minutos de cada parte con el partido más controlado”.
El jugador realizó más de un diagnóstico el sábado, males crónicos que resurgen en la dermis racinguista. “Tenemos que dar un pasito más en los tres cuartos de campo y como dijo el míster al descanso, acabar jugadas, remates a puerta, tiros aunque sea desde fuera del área... Hacer más daño, ser agresivos arriba”, contó.
En su caso, esa labor pasa por seguir haciendo gala de sus preferencias en el campo, como demostró ante los armeros, “venir a buscar atrás la pelota para conectar con los de delante es una virtud que tengo, y me toca explotarla al máximo”, aseguró Sanz.
Plan semanal
Después de un domingo de descanso y reflexión lejos del césped, el Racing se vuelve a remangar para hacer frente en cinco días al Levante UD, próximo rival citado en a A Malata este viernes a las 20.30 horas, en la que será la decimosexta jornada liguera.
Hasta entonces se sucederán las sesiones de entrenamiento, este lunes siendo la única de la semana a puerta abierta, en A Gándara. A este campo regresará el equipo de la ciudad naval tanto el miércoles como el jueves, pudiendo mañana ejercitarse y practicar en su fortín.
A mayores, en menos de diez días cuentan con otro compromiso intersemanal de Segunda, el aplazado partido con el Castellón para el día 27.
