
Hace casi un año y medio que Racing y Córdoba no comparten categoría, precisamente el tiempo que suma el conjunto de Cristóbal Parralo en la categoría de plata del fútbol español, competición a la que se sumó a finales del pasado mes de junio un club andaluz que iniciaba así su quinta etapa en Segunda.
En sus dos últimos cara a cara, el grupo verde no supo lo que era perder ante los cordobeses, ya que si en el partido de la primera vuelta el Racing mantenía un punto en A Malata gracias al empate de Joselu, en la segunda los de Parralo se hicieron con la victoria con sendas dianas de Manzanara y de Carlos Vicente. Una campaña que se saldó con el ascenso verde y con una novena posición para los andaluces en ese grupo uno de Primera Federación.
Si bien, cordobeses y ferrolanos comparten una extensa e intensa historia desde finales del pasado siglo y en el primer cuarto de este. Y es que en la campaña 98/99 ambos conjuntos se vieron las caras en una fase de ascenso a Segunda en la que lograría el premio el club cordobés. Eso sí, previa “manita” sufrida en A Malata (5-0) remontando así el 1-0 en tierras andaluzas dentro del grupo D de esa recta final de competición, que acabó para el grupo de Arteche en el Cartagonova, hace ya 25 años.
No tardaron mucho en volver a verse las caras estos dos conjuntos, ya que en la campaña siguiente sería el Racing el que lograría el premio del ascenso, una categoría que compartirían en las cuatro campañas siguientes, retomando este lazo en la 2007/08 y, dieciséis años después, de nuevo esta semana.
Con un bagaje de diez enfrentamientos en esta categoría en este siglo, es el Córdoba el que sale ganando en esta historia, ya que los andaluces acumulan cuatro triunfos en su casillero –el más abultado por un marcador de 1-3 en A Malata a principios de 2002–, por tres de los verdes, que siempre han ganado por la mínima diferencia a este adversario.
Duro traspié
Pero el pasado más reciente para ambos es, una dolorosa derrota, casualmente por el mismo marcador, con cuatro goles en contra en sus enfrentamientos ante Albacete y Huesca, y sólo uno a favor. De este modo, en el terreno de juego del Nuevo Arcángel tanto locales como visitantes buscarán el milagro para poner tierra de por medio con la zona baja que ahora ocupan.
Sin duda, y mirando los números, el que más urge es el verde, ya que los de Parralo todavía no saben lo que es ganar tras seis jornadas disputadas, mientras que los blanquiverdes ya han completado esa tarea –precisamente ante el Deportivo–. Un triunfo que se une a los dos empates en casa con los que cuentan los cordobeses en su casillero y que si bien lo convierten en un grupo peligroso en casa, en la otra cara figuran como uno de los peores visitantes. El grupo de Parralo se desplaza así a un Nuevo Arcángel “amurallado” y en el que los andaluces están salvando, de momento, los muebles.