El campeonato liguero empieza para el Racing como quería, con una victoria. Los tres puntos sumados por el equipo ferrolano ante el Talavera le permiten ganar la tranquilidad de no empezar con un déficit sobre la zona en la que pretende estar para acabar luchando por el ascenso. Por eso, tras un encuentro que tuvo sus sombras y claros a todos los niveles, el trabajo de mejora a realizar es mucho más plácido si se hace después de un triunfo.
Empezó el partido el Racing convencido de llevar el peso a través de la posesión de pelota. Y a pesar de la presión adelantada de su rival lo hizo, aunque sin la claridad suficiente como para traducir sus acciones en peligro. Justo lo contrario que un Talavera que, cada vez que era capaz de acercarse a la portería del equipo ferrolano lo hacía con peligro. Así lo hizo primero con un disparo de Valentín que el portero Parera detuvo sin demasiados problemas, mientras que a su segunda llegada encontró el gol gracias al tanto marcado por Marcos Moreno a resolver con tranquilidad un pase interior.
Lejos de meterlo en un estado de nervios, el equipo ferrolano no tardó demasiado en recuperar la igualdad gracias al tanto de Jairo Noriega, que culminó con un disparo raso desde la frontal una recuperación en el centro del campo. Fue la demostración de que la calidad individual de los jugadores de la escuadra de la ciudad naval puede resolver muchos duelos.
A partir de ahí, el descontrol se instaló en el encuentro y las llegadas a las dos porterías fueron más o menos constantes. Así, el Talavera tradujo una de sus llegadas en un lanzamiento al poste por parte de Valentín, que unos minutos después estuvo a punto de marcar de volea desde la frontal. Mientras, la escuadra de la ciudad naval buscó el peligro a través de los centros laterales, aunque apenas fue capaz de encontrar situaciones claras para marcar, así que al descanso se llegó con el empate en el marcador que dejaba todo por decidir.
A favor
Las cosas se le pusieron de cara al Racing nada más empezar la segunda parte a través de una acción a balón parado en la que Álex Zalaya cabeceó la pelota al fondo de las mallas. Así que el cuadro verde ya tenía el encuentro donde quería para dirigirse hacia una victoria que le diese tranquilidad para las siguientes semanas de actividad.
El partido se fue rompiendo con el paso de los minutos y, aunque el Talavera no dejó de buscar el empate –dispuso de ocasiones más o menos claras para conseguirlo–, fue el cuadro verde el que generó más sensación de peligro cada vez que era capaz de salir a la contra. Pascu, Jairo Noriega o Álvaro dispusieron de ocasiones más o menos claras como para ampliar la renta racinguista, pero ninguna de esas acciones finalizó con éxito y la distancia siguió siendo mínima.
Así se llegó al tramo final del partido con la tensión de que el resultado no estaba resuelto. Por eso el Talavera aprovechó sus dos oportunidades de solicitar el vídeoarbiraje para encontrar alqo que no había sido capaz en el terreno de juego. Pero ninguna de sus solicitudes prosperó –tampoco había motivos para que lo hiciese– y el duelo terminó con una mínima victoria racinguista que le hace empezar el campeonato con buen sabor de boca.
