Pasa que cuando nos acostumbramos a algo, nos cuesta mucho desprendernos del hábito. No tiene por qué ser un vicio, precisamente, sirve como ejemplo nuestra ruta diaria al trabajo. Que se lo digan a los vecinos de la Sagrada que acostumbraban a incorporarse a Alberto Datas Panero con el coche y no son conscientes de que, debido a las obras del barrio, ahora es dirección prohibida.