Discrepo, don Francisco
Francisco Vázquez (uno de los mejores alcaldes que tuvo A Coruña, con sus luces y sus sombras, claro) participó recientemente en una tertulia en la TVG donde repartió mandobles entre los suyos y repitió, ¡otra vez!, que sigue donde siempre y fueron los socialistas los que “iniciaron la deriva, echándose al monte”.
Veamos: Vázquez ingresó en el PSOE y UGT en 1975 y los que tenemos más de cincuenta años recordamos que aquel partido socialista era “marxista, laico, republicano, partidario de una España federal, defensor del aborto libre y gratuito; la dignificación de los homosexuales y contrario a la OTAN”. Por favor, ¡otra vez no, don Francisco! Que ahí están las hemerotecas y, también, el programa para el ¡que usted pidió el voto durante más de treinta años.
De acuerdo, usted, como destaca siempre que puede, es católico practicante, republicano y juancarlista; españolista y antinacionalista, a la vez que cantonalista, pues todos le recordamos su emotiva defensa de Coruña, Ciudad-Estado. También recordamos el “la, la, la” y, por supuesto, sus conciudadanos no olvidamos –pues las disfrutamos a diario– sus grandes obras: el Paseo Marítimo, polideportivos y centros culturales; la mejora del aeropuerto, su “puja” por la puesta en marcha de la Universidad, el Puerto Exterior, los museos, la Orquesta Sinfónica y el Salón del Cómic, en una lista que sin duda me faltan aciertos.
Un servidor también recuerda sus desplantes a los compañeros de partido con los que disentía, por no recordar otros cadáveres que dejó en las bases socialistas.
En esa tertulia dejó otra perla: a él se debe el “arreglo” económico entre el Estado español y la Santa Sede, muy beneficioso para la iglesia y, ay, una partida económica que “los rojos de su partido” han seguido engordando ante la perplejidad de la ciudadanía.
El problema, a mi modesto juicio, es que Francisco Vázquez no estuvo nunca en su sitio aunque estuvo en lugares privilegiados… Y, por todo eso y más, discrepo, don Francisco. La deriva que llevó a los ciudadanos a cantar eso de “PSOE, PP la misma (¿cousa, vale?) es” y eso lleva a engordar las filas de Izquierda Unida, a darle votos a los nacionalistas de izquierdas y a propiciar la victoria de la derecha que ahora nos tiene al borde del infarto. Y quiero correr un tupido, y piadoso, velo sobre sus opiniones sobre el uso del catalán y los abusos nazis. Una muestra más de su deriva.
