QUINTO PODER, GOBIERNOS Y DOBLE MORAL
Los gobiernos al servicio del quinto poder económico legislan a su favor, (ver el cambio de la intocable sagrada Constitución, con nocturnidad). El quinto poder tiene a gobiernos que legislan a su favor. Si alguien lo duda, puede buscar en internet, “indultos” dados por el PSOE y el PP a condenados por sentencias firmes de la justicia por graves fraudes al Estado.
Indultan a los delincuentes de cuello blanco, después de cambiar leyes a su favor; pero no les llega, le echan una mano los poderes del Estado cuando se ven en aprietos, como se puede demostrar con la Ley Botín, por cesiones de créditos a terceros para esquivar el pago de impuestos por 432.000 millones de pesetas. La Fiscalía pidió el sobreseimiento catorce veces, siete el abogado de Estado, quedando sobreseído, desautorizando a Hacienda, que somos todos. Dicho fraude, que Hacienda denunció, creó la doctrina, las Ley Botín que se le negó a otros. También fue indultado el vicepresidente del banco, condenado a la cárcel.
Dan lecciones de economía a los gobiernos de turno, después de ordeñar todo lo que pueden del anterior. Estas políticas dan mal ejemplo al pueblo soberano. El Gobierno tiene todo el poder: en el Parlamento, elige presidente, este forma gobierno, a su vez este cambia y propone leyes en el Parlamento, que son aprobadas. En el caso de no tener mayoría compran voluntades de otros gruposs, disponiendo de los presupuestos para ello, aunque crean desigualdades entre territorios y personas. Nombran afines en los órganos del Estado; así están, que no funcionan. Fuera indultos y aforados.
Es el Gobierno el que tiene la responsabilidad de que el país funcione, pero para exigirle al otro poder, el Judicial, y a los ciudadanos tiene que dar ejemplo cumpliendo su deber, no tirando por la borda las resoluciones judiciales, con desvergonzados indultos. El Estado es la soberanía del pueblo y debe estar por encima del quinto poder. La buena política respeta las normas. No legisléis más, cumplid lo legislado y anulad las leyes del embudo.
