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Estados antisociales y tiranos del siglo XXI

Muy bien podríamos haber titulado esta colaboración “hoy como ayer”, pues, aunque resulte increíble, todavía para el año 2013 que viene, habrá estados en los que su población será esclavizada a alturas inimaginables.

Pongamos varios casos de actualidad: en China a una mujer embarazada de siete meses el “estado” le obligó a abortar, porque no cumplía con las leyes que impiden tener un segundo hijo; en España el gobierno aprueba una ley que impide a la mujer, cuyo feto trae una malformación, que aborte.

Savita, dentista de 31 año de origen hindú, vivía en Dublín, estaba embarazada de 17 semanas, se encuentra mal y los médicos le confirman que el feto es inviable por deformaciones graves; pidió que le practicasen un aborto para poder salvarse ella, los médicos se negaron porque la ley en Irlanda exige que primero deje de latir el corazón del feto; el feto murió un miércoles y ella el sábado siguiente a consecuencia de una septicemia, infección generalizada.

Un tribunal paquistaní juzga a una niña de 14 años, analfabeta, discapacitada y “cristiana”, que fue acusada de blasfemia por un clérigo islamista. Malala, otra niña paquistaní recibió un disparo en la cabeza por asistir a la escuela, para salvarla (del tiro y de los radicales) tuvieron que trasladarla al Reino Unido.

Badriya, de Arabia Saudí, se queja en un diario de que las autoridades están utilizando la tecnología para denunciar los movimientos de las mujeres a sus maridos, también se lamenta de que el gobierno les prohíbe conducir, o trabajar y viajar sin permiso del padre o esposo; las mujeres se quejan de que las mantienen en estado de esclavitud, hasta que se mueren están sujetas a un guardián legal que, comienza con el padre y puede terminar con el sometimiento a un hijo menor; no tienen ninguna capacidad de decidir.

Se produce un caos internacional, casi global, en el sector de las finanzas, y el ciudadano de a pie que no entiende de capital financiero, se queda sin trabajo, sin paga y sin casa, a cambio, será corresponsable de salvar al banco que lo dejó en la calle.

¿Quienes son responsables de los múltiples suicidios que se están dando en éste y en otros países como Grecia, Rusia (especialmente llamativo en el sector de las adolescentes), etc.? La soledad, la falta de amparo por parte del estado, cada vez es mayor. ¿Dónde van los ideales humanitarios por los que luchó el hombre más de dos mil años?

Recordemos desde el siglo XV hasta finales del siglo XVIII, cuando los estados europeos eran monarquías absolutistas de carácter teocrático, puestas por “dios”, su dios, por tanto intocables y donde los monarcas reunían en su persona todos los poderes.

Sólo Inglaterra en el siglo XVII consiguió imponer el parlamento al rey, limitando así los poderes del monarca. Casi cien años después, se formaron los Estados Unidos de Norteamérica al independizarse las colonias inglesas de su metrópoli, todas las repúblicas que se formaron, defendieron la división de poderes, la libertad, la igualdad, el derecho a la vida y la búsqueda de la felicidad, pero, sólo para sus miembros, es decir, los negros seguían siendo esclavos y considerados un objeto con un valor en el mercado.

Unos 30 años después se produjo la revolución francesa: un hombre un voto, la maravillosa teoría de abad Sieyés que anunciaba el cambio total porque “el tercer estado”, el pueblo llano, representaba el 78 por ciento de la población y sus votos traerían la legislación para el bien de la mayoría.

Se dieron dos pasos adelante y tres atrás, hasta que a mediados del siglo XIX los obreros trataron de estructurar la sociedad para apoyar al pueblo que enseguida será soberano por el voto universal masculino. En algunos países, tanto poder consiguieron los partidos y las organizaciones sindicales que se volvió contra ellos el aparato del estado, dando paso a las dictaduras, de derechas : fascista y nazi; de izquierdas: bolcheviques, estalinistas, maoístas, etc. Después, cuando el pueblo se dio cuenta de la trampa e intentó rebelarse, los estados sacaron a los militares en su defensa (en connivencia casi siempre con los poderes y religiones) y constituyeron dictaduras militares tan violentas o peores que las civiles. En España, hemos vivido un sueño, fueron 25 años de desarrollo popular, igualitario, que se quebró por ineptitud de los gobernantes y por dejadez de control de las asociaciones ciudadanas. ¿Dónde nos encontramos hoy? Por lo de ahora sólo tenemos un derecho real: la comunicación a través de las redes sociales. Los estados están anulando o disminuyendo su cobertura al pueblo.

Los estados ya no están al lado de los ciudadanos. Lo más importante no es el hombre, la persona, sino el mantener el poder económico, pero ciegamente sólo el financiero, pues las industrias se desmantelan, los astilleros no tienen trabajo, los autónomos van a la ruina y los proyectos de los jóvenes les están llevando a hipotecar la vivienda. ¡El dios euro ha triunfado! Y sus vasallos lo pagarán caro.

De los ejemplos citados más arriba podemos sacar algunas conclusiones. Primero la imbricación entre poder civil y poder religioso, ya que este último se inmiscuye en la legislación de los países. Segundo, cuando pensábamos que “el hombre” había alcanzado el valor máximo en las sociedades, estamos viendo que el bienestar de los ciudadanos ya no forma parte de programa de gobierno alguno. Tercero y último, las sociedades actuales son las más instruidas, ¡no ha servido de nada!, ni supieron predecir la hecatombe que se avecinaba, ni saben resolverlo. Vamos para atrás y, si no se paran a pensar, y lo remedian, pronto las zarzas cubrirán los parques y caminos.