En la foto
Los vi por sorpresa. No los esperaba. Me atacaron con sus sonrisas satisfechas. Pagados de sí mismos. Amplié la imagen por si la vista me engañaba. Ahí estaban. Posando para la cámara. Dientes, dientes, que diría la folclórica. Mirando al objetivo con orgullo. Casi arrogancia. Destacaban entre los desesperanzados, los engañados. Los que habían perdido los ahorros de su vida o el colchón para cuando las pensiones sean un vago recuerdo.
Intrusos que en su desfachatez se creen merecedores de un lugar de privilegio junto a los que sufren. Sostenían un manifiesto de denuncia como quien muestra un premio. Mirad todos, estamos con el pueblo, con la abuela que llora al saberse estafada y el hombre que aprieta los puños y se aguanta la rabia. Eso parecían decir, plantados en medio de la foto.
Oportunismo político. Desvirtúa la lucha y revuelve las tripas. Lo mancha todo con sus consignas estudiadas, siempre en busca de rédito electoral. Hace de una tragedia social una lucha entre siglas. Del sufrimiento de una familia, un argumento de descrédito para el rival en las urnas. Votos y excusas es todo lo que somos.
En su falta de decencia no dudan en encabezar cualquier protesta ciudadana. Buscando la cita en el periódico, la imagen en la televisión; y restando protagonismo a quienes de verdad importan. Allí están el diputado, el portavoz parlamentario, el líder de la formación.
A veces, no se molestan en parecer afectados. Marchan como en un desfile o se fotografían con la actitud de quien quiere un recuerdo de sus vacaciones. No me resulta difícil imaginarlos enseñando sus trofeos a sus iguales. Aquí, con los perjudicados por las preferentes. En esta, en la protesta por los recortes educativos. Mira qué aspecto tan comprometido.
Hacen daño a la vista. Tan fuera de sitio que resultaría cómico si no fuese indignante. Ridículos e insolentes. Sin un ápice de vergüenza. Declaraciones grandilocuentes, discursos ensayados que parecen el mismo, repetido hasta el hartazgo. Nosotros estamos aquí y otros no, porque nosotros somos los buenos; miramos por los necesitados y los oprimidos. Fijaos si no en la foto.
Siempre la foto. Que no soluciona nada. Que solo sirve para engordar el ego y el dossier de prensa. Que parece un insulto.
Algunos miramos la foto y sentimos repulsión. Para ver titiriteros vamos al circo.
