CAJÓN DE SASTRE

Un buen amigo y viejo suscriptor de nuestro periódico me ha sorprendido con la entrega de un excelente libro cartográfico que, si bien frisa varios años, goza de esa textura aromática que el tiempo termina por dar a las buenas soleras.

El libro, titulado “De cap de Creus a cabo Fisterra”, es un auténtico cajón de sastre con cualificadas aportaciones: escritores, fotógrafos, artistas, técnicos e impresores confluyen bajo la coordinación de la erudita especialista Isabel Suárez de Centi Pedreira. Un puente de calidad informativa desde el Mediterráneo de Serrat –buscando entre las cañas su primer amor– y el Atlántico tenebroso de Juan Sebastián Elcano.

Una exposición geográfica, itinerante y cultural que hoy me abre camino y descubre Punta Langosteira, nuestro gran puerto exterior, el de mayor calado en el noroeste europeo. Mapas, planos, reproducciones, vistas aéreas, investigaciones, proyectos y estudios por alcanzar la globalidad de un mundo que cada vez se hace más pequeño.

Desde el Mare Nostrum con su sol y claridad hasta las nieblas temblorosas que invaden nuestra tierra de meigas, brujas y negras sombras. Así también podríamos invocar las relaciones que pudieran existir entre las arquitecturas, las almas y los metales.

Nos lo dice Camilo José Cela en “Desde el Miño al Bidasoa”, cuando identifica el gótico con el oro y el humilde y sólido románico con la plata.

Sin duda aquí, en Santiago de Compostela, nació Europa y en La Coruña las libertades –convivencia reconocida como justa, ecuánime y ejercida desde la reforma protestante– que soplan como código genético desde la Torre de Hércules, brisa de mar añorando la tierra.

Nostalgia española por días más placenteros donde todo el monte era orégano y la democracia se vivía y guardaba por todos, especialmente la “leal oposición”.