REMOLCADORES
En esta desconfiada Galicia de nuestros duelos y quebrantos muchos aún no se creen la noticia divulgada por todos los periódicos: Galicia construirá parte de catorce remolcadores para México.
El contrato significará una inversión de 310 millones y generará 2.500 empleos. Se ha dicho también que el Puerto Exterior de Langosteira podría ser la base logística de la empresa en Europa.
Por una vez –y sin que sirva de precedente– los responsables de los astilleros de Vigo han valorado positivamente el anuncio de Pemex –la firma petrolera que es la cuarta del mundo– y afirmaban que esto significará “miles de horas de trabajo para el sector”. Es más: en la empresa Barreras se ha dicho que, habida cuenta de la situación del naval, se trata de una magnífica noticia, tanto para la factorías de construcción del ramo como para la industria auxiliar.
Por una vez, la Galicia del Norte y la del Sur coinciden en una alegría, ya que siete de los barcos se construirán totalmente en astilleros gallegos, mientras que el sector naval de nuestra comunidad también colaborará con empresas mexicanas en la construcción de los otros siete, fabricando piezas.
Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha dicho que ya está en estudio la posibilidad de que Pemex utilice el Puerto Exterior coruñés como base logística en Europa. Digo más: “Pemex ve en Galicia una gran oportunidad y Galicia también la ve en Pemex”. Hay algo más: Está sobre la mesa la posibilidad de que la petrolera adquiera un barco de flote en construcción en astilleros gallegos.
También dijo Feijóo que pronto Pemex negociará con la Autoridad Portuaria de La Coruña para cerrar la posible instalación de su base de operaciones logísticas en Langosteira y también se contemplará el traslado de Repsol al nuevo y flamante puerto exterior.
También los sindicatos CIG y UGT valoran la noticia como buena. Ahora habrá que aclarar aspectos como plazos de construcciones o adaptación al nuevo modelo de bonificación fiscal.
Mientras, el gallego de a pie se pregunta: ¿será verdad tanta fortuna?
