EL ESTADO DE LA NACIÓN
Nuestro presidente, campeón del escapismo, cambia la tribuna del Parlamento por la del campo de fútbol y decide esconder la realidad ocultando en que estado está nuestra nación.
Afortunadamente no se puede ocultar, con la mentira y la propaganda, la foto-fija de nuestro paisaje y paisanaje.
Así, te enteras de que la Policía y el Ministerio de Hacienda acreditan ante la justicia la financiación ilegal del PP con abundante información sobre la red corrupta que acabó pagando mítines de Aguirre, Camps y Rajoy.
¿Más? Siga la “alineación” de los exdirectivos de las cajas gallegas contra los que se querella anticorrupción.
Puedes seguir “el estado por el que discurre” el caso Telmo Martín, condenado a multa y perdonado por el Gobierno gallego, convertido en un serial donde hay desde “caralladas” hasta “canalladas” y una “persecución inadmisible”, en palabras de sus colegas partidarios.
Me gustaría repetir que “a cada gocho le llega su San Martín”, pero está feo decir palabrotas y, sobre todo, no es verdad, pues por ahí circulan aun muchos que no pagaron sus deudas o que disfrutan de un magnífico presente a la espera de que acabe su vida… política. Ahí tienen a De Guindos, que era secretario de Estado con Aznar cuando explotó la burbuja inmobiliaria, negando la responsabilidad del entonces presidente, de su ministros, Rato y Cascos y la suya propia.
Ahí tienen a la señora Cospedal, número dos o tres del PP, que emplea la mentira de forma espontánea y esconde la verdad “enmerdándola” con trucos de trilero, contando, un día si y otro también que “el apoyo financiero de Europa a los bancos, lo tendrán que pagar estos”, ocultando la regla de oro de todo préstamo: tener un avalista que, si no paga el deudor principal, “apoquina” con la cuenta. Por eso te piden la nómina (para incautártela), el aval de tu suegro que suele ser un piso, o del Gobierno, que es el caso de ahora.
Nos dicen que no hay dinero para mantener a los mineros y se gastan el triple en salvar a los dueños de las autopistas. Este es el estado de la nación: el reino de la mentira, gobernando con la mentira, engañando con la mentira.
Lo escribió Maruja Torres, que acaba su escrito con un “si salimos de esta, hemos de conseguir que se legisle contra la mentira”.
