AQUÍ VA A PASAR ALGO

En el Fórum Metropolitano, ciclo sin numerar, debutó la compañía Zanguengo Teatro con “Aquí va a pasar algo”. Obra tripartita acuñada por Miguel Muñoz, responsable también de la dirección, y por Txurso Fernández Jáuregui y Miguel Garcés, que también intervienen como protagonistas. Un espectáculo para desmemoriados. Para cuantos intentan regresar a su existencia personal, niñez, juventud y madurez perdidas mientras se consumían esperando a Godot.

Comicidad, poesía y desconcierto caminan por un jardín de encuentros y desencuentros, donde las vivencias, nombres propios y adjetivaciones caen por una cascada. Sendas introspecciones recíprocas para diagnosticarse con métodos que evocan a los doctores Jung y Adler. Conviene cimentar una nueva idiosincrasia, levantar los muros del recuerdo, enlucir la pared de nuestra voluntad. Perseguir otras salidas. Embutirse en diferentes trajes. Variar sentimientos. Desafiante, telúricos, abstractos, dulces, persuasivos y desquiciados. Los protagonistas dialogan, discuten, pelean, bailan, ríen. Incluso acceden al patio de butacas y provocan a los espectadores llevándose algunos al escenario para hacer una foto familiar…, acompañados por canciones de los años cincuenta, refranes incompletos, modas pasadas y actualidad.

Bien resuelta la escenografía, firmada por Carlos Pérez Donado, que reproduce el rincón de un parque público: bancos, canasta de baloncesto, mesa, pelotas, balones, mariolas, cuerdas para saltar, suelo sembrado de hojas. Aceptable los sonidos e iluminación, y atronadoramente descriptiva la música con irradiaciones de karaoke. Dirección escénica conseguida y elástica, recibiendo al público con telón alzado y personajes que se interpelan sobre el paradero de unas llaves de automóvil…