
La capital gallega acogerá un acto este sábado con motivo del Día Mundial del Celiaco al que asistirán las distintas delegaciones de la asociación gallega de esta enfermedad (Acega), entre ellas la de Ferrol. La entidad local, que preside Elena Carneiro, se centró esta semana en repartir información por distintos colegios de la comarca –Atios de Valdoviño, Sagrado Corazón-Mercedarias, Jorge Juan de Perlío, Virgen del Mar de Santa Ceciclia, CEIP Piñeiros, Atocha de Pontedeume y Eladia Mariño de Cabanas–, donde se repartieron menús especiales sin gluten. “La situación en los ‘coles’ de aquí está controlada. Nosotros no tenemos ningún problema en, si vienen unos padres a pedirnos ayuda o consejo, ir al centro y ayudar a la hora de establecer un menú. En Ferrol, por ejemplo, ha habido un caso en el que siempre que había algo que un niño celiaco no podía comer se le ponía lechuga y tomate. Estuvimos en trámites para mejorar eso porque lo que procuramos es que los niños sean todos iguales”, explica Carneiro, cuya idea futura es profundizar más su presencia en los colegios.
Los Concello de Ferrol, Narón, Mugardos, Pontedeume, Miño, Neda, Valdoviño y Cabanas –este último se unió a la iniciativa este año– también quisieron colaborar con la sensibilización de esta enfermedad colgando pancartas en sus edificios. Además, el pasado día 12 la Asociación de Celíacos local organizó un taller de cocina en el centro Icook de Perlío en el que los participantes elaboraron pan de avena, una tarta red velvet, una empanada de maíz y un pan de molde.
Una de las reivindicaciones de la asociación es que se puede llevar una vida completamente normal siempre y cuando se adopten una serie de pautas y hábitos de vida. “En casa es más fácil pero cuando sales por ahí, igual que hay el que no puede salir sin su móvil, yo me llevo una bolsa con galletas o pan por si acaso y cuando viajo me informo de donde puedo ir a comer o comprar. Sólo hay que implementar costumbres poco a poco”, indica esta ferrolana, a la cual le diagnosticaron celiaquía a los 40 años.
La cada vez mayor variedad de productos y el etiquetado seguro de la gran mayoría de los alimentos hacen más fácil la convivencia con esta patología, aunque todavía sigue habiendo grandes caballos de batalla a los que hacer frente. Uno de ellos es el precio de los alimentos sin gluten y el otro la escasez de restaurantes que ofertan menús adaptados.
“Aquí la verdad es que tengo que decir que estamos fatal. Damos cursos y charlas pero luego llegas a los sitios y es otra historia. No sé si es porque no se quieren complicar la vida o porque no quieren correr riesgos... algo que es absurdo”, indica la presidenta de Acega en Ferrol, quien señala que en Ferrol los restaurantes no suelen acudir a la entidad a pedir consejo.
El pasado año y a través de una empresa de seguridad alimentaria, la entidad quiso dar formación en los restaurantes para enseñar buenas prácticas y evitar la contaminación cruzada, entre otras cosas, pero, aunque en un primer momento muchos locales mostraron interés, a día de hoy muy pocos conforman la lista de bares recomendados por la asociación –Telepizza, A Gabeira, Bo Padal (Ferrol), Mundial (Fene), Chiringuito Los Pinares (Cabanas), Lanús (Cedeira), O Castiñeiro y Telepizza (Narón) –, que seguirá intentando concienciar en este ámbito.
El único medicamento posible para un celíaco es una buena dieta, así como una detección precoz, por lo que la asociación insiste en que, a la mínima duda, se acuda al médico de cabecera ya que, con una simple analítica de anticuerpos –que será complementada o no con una biopsia intestinal–, se puede detectar la patología.
“Sí que es cierto que, a nivel adulto, es más difícil de diagnosticar porque hay quien cree que con 30, 40 o 50 años no puede ser celiaco y no es verdad”, indica Elena Carneiro.