
Profesionales de la UCI y de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol –CHUF– se desplazaron en la tarde de ayer al IES Saturnino Montojo para introducir a los jóvenes alumnos en una serie de técnicas de auxilio como la actuación ante un atragantamiento, posición de seguridad, realización de masajes cardíacos a adultos y niños o empleo de un desfibrilador.
La especialista de la Unidad de Cuidados Intensivos del CHUF Carmen Fernández González explicó que la jornada contó con una parte teórica y un abordaje práctico para que los jóvenes se enfrenten a este tipo de situaciones, los pasos a dar, y las técnicas a aplicar en el caso de estar ante alguien que esta sufriendo un paro cardíaco.
Se trata de una colaboración entre los profesionales del área sanitaria y los departamentos de Educación Física y Biología y Geología del centro educativo para, explican, “achegar ós rapaces e rapazas os coñecementos precisos para poder, nunha situación de urxencia vital, salvar unha vida”.
La facultativa del área indicó que es fundamental que todo el mundo sepa hacer una resucitación cardiopulmonar, sobre todo un masaje cardíaco.
La especialista de la UCI informó de que la mayor parte de los paros cardíacos tienen lugar en el hogar o en el entorno de la persona, con la familia, los novios o los amigos, por lo que, tal y como les explicó a los alumnos del instituto, “debería haber unha asignatura orientada a saber que facer, a quen chamar, e como actuar”.
RESULTADOS
La realización de masajes y otras técnicas similares está demostrado, como se informó desde el CHUF, que aumentan la supervivencia de la mayoría de las personas con paradas hasta tres veces, un dato muy significativo si se tiene en cuenta que según el Consejo español de Resucitación Cardiopulmonar se producen alrededor de 1.000 paros cardíacos al día a nivel nacional.
En la actividad celebrada ayer por la tarde en el Montojo los profesionales mostraron los eslabones de la cadena de supervivencia, concretándola en acciones consecutivas como la necesidad de comenzar alertando a los servicios de urgencia, iniciar después las maniobras de resucitación cardiopulmonar básica, seguidas de desfibrilación y concluyendo con el apoyo cardiovascular avanzado prestado por los servicios de urgencia.
Los profesionales aseguraron que la intervención dentro de los tres o cuatro primeros minutos puede aumentar las posibilidades de supervivencia en más de un 50%, de ahí la importancia de conocer estas maniobras.