Los independientes se han “colado” en puestos de salida. Las exigencias de regeneración política han llevado a integrar en las listas a personas ajenas a la militancia para que aporten renovación, pluralidad y una mirada alejada de los aparatos. De los cuatro partidos que se presentan a las elecciones y que tienen representación en el Concello (PP, PSOE, FeC y BNG) solo Diego Calvo tiene “pedigrí”, un marcado perfil político avalado por cuatro años como presidente de la Diputación y, anteriormente, como delegado de la Xunta en A Coruña. Felipe Sas (PSOE), Eugenia Freire (FeC) y Eva Espiñeira (BNG) se acercan a la plaza de Armas desde un compromiso personal fuera de siglas.
Al popular Diego Calvo le gustaba la política desde pequeño “porque en casa se vivía mucho” y aun antes de integrarse en Nuevas Generaciones, ya colaboraba en su San Sadurniño natal con el partido. “El alcalde nos tenía muy en cuenta a los jóvenes y eso me gustó”. Después vendría el encuentro con José Manuel Rey, hace más de veinte años, y una amistad de la que presume. “Para mí es un orgullo acompañarlo como número dos”. Preguntado si esa posición lo obligará a centrase más en la ciudad, Calvo afirma que “llevo pendiente de Ferrol cuatro años” y defiende a la Diputación como una institución que se “ha volcado” como nunca con la ciudad
Felipe Sas encontró en la candidatura del Partido Socialista a gente “absolutamente involucrada en que Ferrol salga adelante” y afín a su concepción política de la sociedad. “Conozco a Bea [Sestayo] desde hace tiempo, ella me lo propuso y después de pensarlo y de hablar con la gente que va en la lista, acepté”. Sas estudió Filología pero en los veranos ya echaba una mano en temas informáticos a la empresa familiar y lo que su padre le pidió como un favor (el venir a Ferrol, en donde había nacido, a arreglar asuntos pendientes) se convirtió en veinte años de dedicación empresarial con éxitos y fracasos. “Creo que los independientes aportamos sobre todo frescura, porque nosotros no estamos atados a las estructuras orgánicas de los partidos”, afirma. En su caso, sumará su experiencia en el ámbito industrial, con la que ha “aprendido muchísimo”. Rechaza un modelo en el que la competitividad se quiere alcanzar mediante la devaluación salarial (“eso es la muerte de una sociedad”) y considera vital “crear un nuevo tejido empresarial y ampliar las expectativas de empleo “porque si no, nos tendremos que jubilar en otro lado”.
Eugenia Freire es economista, hija y nieta de obreros de Bazán, y trabajadora de Comisiones Obreras. “Nunca me afilié a ningún partido pero siempre estuve ligada a la izquierda”. Aceptó sumarse a Ferrol en Común porque los considera “valientes” al darse cuenta “de que tenemos que ir juntos si queremos luchar” y de que debían “abrir la política a la ciudadanía”. Su objetivo es “poder dejarles a mis hijos una ciudad donde vivir y trabajar” y encuentra en FeC un proyecto “que antepone las personas a lo demás”. En el Concello “no va a haber nadie más honesta que yo” porque “no tengo ambición política”. Se considera además muy trabajadora y dialogante.
Eva Espiñeira se acercó al BNG en las asambleas abiertas que organizó el partido. Profesora de lengua gallega de los niveles Celga, fue despedida después de diez años y, en la lucha por que se reconozcan sus derechos laborales, se concienció de que “para cambiar as cousas é necesario implicarse e participar”. Valora al BNG como el partido más cercano a los problemas sociales y cree que el proceso de asambleas ha servido “para achegar ideas e coñecer os problemas que temos en Ferrol”. En el Ayuntamiento puede aportar su experiencia en cultura e igualdad y normalización lingüística.
