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Ferrol

Piden que dos de los cuatro petroleros para Ondimar se construyan en Fene

Relanzar la construcción naval en la comarca pasa porque en los astilleros de Fene, además de otros posibles proyectos, se construyan básicamente barcos y eso es, precisamente, lo que la federación de Industria de la CIG pretende reclamar a la dirección de Navantia a través de una serie de movilizaciones que arrancaron ayer a las puertas de la factoría fenesa. 
Allí se concentraron cerca de un centenar de trabajadores y miembros del sindicato, acompañados por representantes del BNG, para reclamar de los rectores de la empresa una revisión de su estrategia constructiva respecto a los cuatro petroleros Suezmax que ésta va a fabricar. Pero también un mayor compromiso del gobierno autonómico en la defensa del sector naval gallego.
El proyecto inicial contempla que los cuatro buques se realicen en el astillero de Puerto Real, accediendo el de Fene solo a los cuatro bloques de proa y algunos  de máquinas. Una carga de trabajo insuficiente y que relega a las instalaciones fenesas a “un mero taller auxiliar de Navantia”, lamenta Vicente Vidal, secretario comarcal de la GIG Industria. 
Por ello, reclaman de forma tajante que la construcción de dos de esos petroleros recale íntegramente aquí pues, de lo contrario, se demostraría que, “aínda que en xaneiro remataba o famoso veto a Fene, de facto non se levantou, porque aquí só se constrúen partes de outros barcos e compoñentes da eólica marina”. Precisamente, al hilo de este nuevo área de negocio en el ámbito “off-shore”, Vicente Vidal insistió en que es totalmente compatible con la construcción naval, tal y como está sucediendo en la factoría del Puerto Real.
Desde el sindicato denuncian que tanto el sistema de contratación –que denominan “low-cost”– como el reparto de trabajo ha sido erróneo y aseguran que  el hecho de que sea la firma coreana Daewoo la que aporta el material y el diseño reduce el papel de Navantia a simple mano de obra. Pero, sobre todo, advierten de que construir en Fene los bloques y trasladarlos después a Puerto Real “incrementará o custo e repercutirá nas condicións salariais e sociolaborais dos traballadores que os fagan”, una tarea que, en su mayor parte, recaerá en la industria auxiliar.
Si los planes se mantienen como está previsto, apenas 300 trabajadores de estas compañías se beneficiarían de esta nueva carga de trabajo. Por el contrario, tal y como recuerda Vidal, que los talleres se encargasen de la construcción de los bloques mientras en las gradas se acomete su ensamblaje en los dos barcos sí permitiría alcanzar un nivel de empleo óptimo, no tan elevado como antes de que comenzase el declive en 2007 pero sí más aceptable que el planteamiento actual.

apoyo
Desde la CIG se anunciaron nuevas movilizaciones a corto plazo, abiertas a otros colectivos sindicales que, hasta ahora, “por uns motivos ou por outros, non se poideron reunir con nos”. 
En clara alusión a CCOO y UGT, la agrupación nacionalista reconoce que para ambos sindicatos, que se mueven en un ámbito estatal, sería complicado sumarse a una reclamación que supondría restar carga de trabajo a Puerto Real.