
La asociación Iniciativa Empresarial del Noroeste por Europa, que preside Manuel Pérez, ha acordado conceder la insignia de oro de la entidad a la empresaria de panadería La Nueva, Evangelina Barro Soto. La junta directiva de la entidad reconoce, de este modo, la “dedicación, esfuerzo y tesón, que la ha llevado a crear una de las empresas más conocidas y activas de la comarca ferrolana”.
Esta es la primera ocasión en que la insignia de oro de IEN por Europa recae en una mujer, ya que con anterioridad recibieron esta distinción Amarelo de Castro –exrepresentante de la Xunta en las comunidades gallegas en el exterior–, Vicente Calvo –exsecretario general de la Federación Galega do Metal de UGT– y el empresario Roberto Tojeiro.
La asociación empresarial reconoce “la trascendencia de los méritos de Evangelina Barro al propiciar el desarrollo de una iniciativa que hoy da empleo a 86 personas” y recuerda que “sigue trabajando cada día como si fuera el primero, que no ahorra en sacrificio y que es todo un ejemplo de mujer trabajadora; una mujer que nos permite soñar que cualquier negocio, con trabajo, sacrificio y valentía, puede llegar muy lejos”.
Evangelina Barro Soto nació en O Roxal (Neda) en 1949. Emigró a Uruguay con su familia, donde su padre empieza a trabajar en el negocio del vino. Ella estudia Peluquería –pone en marcha su propio salón muy joven– y Corte y Confección. Pero con la crisis del país, su padre decide que Evangelina vuelva a Neda, y una vez de regreso en su municipio natal se centra en crear un nuevo negocio. Se interesa por la panadería de un primo de su padre, donde entra como aprendiz y que finalmente compra para su familia por tres millones de pesetas en los años 70. Ya en el año 2000, cuando su padre –que también había vuelto a Neda– se jubila, se queda con la empresa familiar –en la que entonces trabajaban ocho personas– y “en contra de la opinión de los contables” apuesta por desarrollarla, adquiriendo dos nuevos locales para ampliar los puntos de venta. Compra también una cafetería, la primera de la comarca que cuenta con un despacho de panadería, una seña de identidad que definirá en buena medida su modelo de negocio. Con un préstamo de un millón de euros adquiere posteriormente la nave que hoy es el buque insignia de La Nueva y en quince años ha conseguido multiplicar por diez el número de empleados, que hoy son ya 86.
Manuel Pérez señala que Evangelina Barro “representa todo un ejemplo de la capacidad de la mujer para asumir, con la misma o mayor intensidad incluso que un hombre, los retos que plantea el mundo empresarial, pero también el compromiso personal por la generación de riqueza, la creación de empleo y la expansión de un modelo de negocio al que ha sabido imprimir un sello único y personal y que debe constituir todo un ejemplo para los emprendedores”.