Día dos del nuevo gobierno. Vuelve a ser “intenso”. Así lo define el alcalde, Jorge Suárez, que recibe a los periodistas en un despacho en el que todavía no ha introducido cambios. Ni siquiera una fotografía. “Estou de paso”, apunta, pero hay algunos retratos oficiales a los que se les augura muy poco tiempo de permanencia.
El regidor municipal volvió a dedicar ayer parte de su tiempo a visitar a los funcionarios, esta vez a los de Servicios Sociales y Urbanismo, a los que –como había hecho el día anterior– da su apoyo y pide su ayuda. Pero además Jorge Suárez estrenó las jornadas de puertas abiertas de la Alcaldía recibiendo –como pretende hacer a diario– a vecinos entre las 13.00 y las 14.30 horas. El tiempo no fue suficiente ni siquiera ayer, que era el primer día, para atenderlos a todos. Y algunos acudían con reclamaciones de lo más particular, como uno que pedía que le colocasen un banco debajo de su casa. También Beatriz Sestayo, como responsable de Servicios Sociales, recibió alguna visita relacionada con su área, pero en este caso para pedirle una ayuda económica a título personal, no como representante del Concello. Atendió además algunas cuestiones urgentes relacionadas con la Risga e incluso tuvo que hacer frente a un caso de síndrome de Diógenes en Serantes.
Y cada uno de ellos continuó trabajando en los temas que los ocupan estos primeros días: el socorrismo al alcalde y las fiestas a Beatriz Sestayo. Suárez espera dejar cerrado el acuerdo con Tragsatec para el servicio en las playas hoy mismo. El dinero que dejó consignado el PP para este fin son 250.000 euros, pero será necesario ampliarlo porque el servicio se prolongará hasta el 15 de septiembre –con el anterior gobierno finalizaba el 31 de agosto– y la intención es que los socorristas reciban un salario digno.
diez días de fiestas
Sestayo, por su parte, trabaja en la programación de fiestas sin saber aún muy bien de cuánto dinero dispondrá y con el inconveniente añadido de que no hay nada contratado. Las actividades se concentrarán en los últimos diez días de agosto, aunque no se descarta que se amplíen.
La edila se reunirá con los hosteleros y comerciantes “inmediatamente” para conocer su opinión con respecto al programa, ya que el objetivo, apuntó, tiene que ser dinamizar la ciudad pero también que las fiestas repercutan en el consumo.
