
Navantia hizo ayer un segundo gran anuncio sobre un encargo de petroleros para la naviera Ondimar, del grupo Ibaizábal. Hace dos meses informó sobre la firma de un acuerdo de entendimiento y ayer lo hizo sobre otro en el que se incluyen las especificaciones del buque. El contrato, asegura la compañía pública, se formalizará el mes que viene y la obra comenzará antes de que finalice el año, repartida entre los astilleros de Ferrol y Cádiz.
Así, según este segundo acuerdo sellado en el preámbulo del definitivo encargo, Navantia construiría cuatro petroleros, en lugar de los tres que se preveían hace dos meses, y hay opción a dos más. Los astilleros españoles serán ejecutores de un diseño que realizará la factoría coreana de Daewoo, que también será “el principal suministrador de la mayor parte de materiales y equipos”.
En el comunicado de Navantia se indica que el encargo se realizará “a precios internacionales” y que tanto el coste como el plazo ofertado han sido claves para conseguir el pedido. “Navantia impulsa este modelo de negocio para poder competir en el mercado global”, señala la compañía.
horas, plazo y medidas
En el acuerdo anunciado ayer se incluyen las especificaciones de los cuatro petroleros, así como los plazos de fabricación y los hitos de pago. Sobre el capítulo del precio no ha trascendido ninguna cantidad, si bien Navantia informa de que cada barco tendrá un plazo de 21 meses y supondrá unas 725.000 horas de trabajo. En total, los cuatro buques representarán tres millones de horas: es menos de la mitad que el “Juan Carlos I” (7,3 millones de horas), dos millones menos que la F-105 (5 millones de horas), y pese a ser cuatro buques, llevarán solo el doble de tiempo que el flotel para Pemex (1,5 millones de horas).
Los petroleros serán del tipo Suezmax, llamados así porque sus dimensiones permiten navegar por el Canal de Suez, y sus medidas serán 274 metros de eslora y 48 de manga. En cada buque se emplearán 20.144 toneladas de acero y su peso será de 156.000 toneladas.
Navantia destaca que el trabajo se repartirá entre Ferrol y Cádiz y su industria auxiliar, aunque no especifica cómo. La compañía celebra que este encargo le permita “mantener la actividad en todos sus centros, imprescindible para la necesaria transformación de la compañía y además centrar sus recursos de ingeniería conceptual y diseño en buques militares, tanto nacionales como del mercado de exportación”. Según dice, otra prioridad de su área de ingeniería será la asistencia técnica y la transferencia tecnológica a otros países.