
Más de dos décadas después de su nacimiento, el Festival do Río Castro de Narahío, impulsado por la Asociación Veciñal O Castelo, sigue atrayendo año tras año a cientos de personas dispuestas a disfrutar de un intenso día de actividades. Los juegos populares y la música fueron ayer los grandes protagonistas en una fiesta que mantiene la filosofía que lo vio nacer: la reivindicación de la cultura y el respeto por el ambiente, contribuyendo además a la recuperación del espíritu de las romerías campestres de antaño.
A lo largo de la mañana fueron llegando al lugar todos aquellos que, con el fin de aprovechar al máximo el festival, optaron por comer en el mismo escenario en el que pasadas las tres de la tarde comenzó a desarrollarse una sesión de juegos populares, para pequeños y adultos, de la mano de la Asociación Galega do Xogo Popular e Tradicional. A continuación, el espectáculo de música, circo y malabares de Isla Letriska sirvió de preámbulo de uno de los apartados más exitosos del festival, el campeonato de llave, tiro de la cuerda y tronzador, que de nuevo suscitó un gran interés.
Música
Por la noche fue el turno para la música, con los conciertos de las cuatro formaciones elegidas para la ocasión: Quenindiole, formado por niños y niñas de la comarca que no pasan de los 13 años, Encrucillada, Os d’Abaixo e Sacha na Horta. Un espléndido cartel musical para poner el broche final a un evento en cuya organización la Asociación de Veciños O Castelo invierte en cada nueva edición un gran esfuerzo.