Siete pabellones renovados y un nuevo parque urbano en Ferrol para la reconversión de FIMO
Uno de los cuatro ejes de la “Cidade do Deporte” será también el lugar que albergará más actividades

La piqueta entrará en el pabellón 5 de la antigua FIMO antes de que termine este 2025. Así de optimista se mostró el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, cuando anunció el pasado lunes la adjudicación de las obras de la “Cidade do Deporte” por 5,7 millones de euros.
Avanzó su deseo de que al menos este recinto estuviera listo antes del comienzo de la temporada 2026-2027 para servir de cobijo a Baxi y O Parrulo de cara a poder arrancar también las obras en la cancha de A Malata.
Esta, junto a las pistas de atletismo y rugby, es otra de las patas sobre las que se asienta el macroproyecto, completándolo el recinto ferial de Punta Arnela, la “Cidade Náutica da Cabana”, el propio estadio de A Malata y un gran parque urbano encargado de coser todas las instalaciones y darle empaque a la inversión más grande en materia de infraestructuras deportivas que se ha hecho nunca en la ciudad, recordó el regidor.
Los usos de la mayoría de instalaciones no cambiarán, pero FIMO sí sufrirá una auténtica reconversión, dejando atrás definitivamente los años como “Feria de Muestras del Noroeste” para resurgir como el centro multideporte de referencia, aun habiéndose quedado por el camino la ejecución de una piscina que encarecía enormemente el proyecto y que de momento se quedará guardada en un cajón.
Demoliciones
Se hará efectivo el derribo de varios elementos “con el fin de liberar zonas que nos permitan una mayor mutabilidad de los espacios exteriores”, expresa el Concello. Entre ellos, se despedirá la nave que albergaba las instalaciones de Protección Civil, las edificaciones abiertas al norte del pabellón 1, el recinto número 4 y un auditorio que albergó un sinfín de eventos en la ciudad naval.
Uno, dos, tres
En los pabellones 1, 2 y 3, los que están conectados, se mejorará la envolvente, se sustituirá la cubierta y se recubrirá con una nueva fachada con chapa de aluminio lacado y paneles de madera-cemento, además de disponer de paredes acristaladas para “integrar la naturaleza en la práctica de los deportes”.
La idea es que su uso pase por el deporte base y la competición, con un pavimento de alta dureza en el 2 para practicar patinaje o skate. El 1 se concibe como un espacio polivalente para muchos tipos de actividades diversas y el 3 albergará pistas de fútbol sala y baloncesto, que encontrarán su réplica, pero enfocada a la gran competición, en el pabellón 5.
La mítica cancha del OAR
La antigua Punta Arnela revivirá con un aforo fijo de 1.312 plazas en gradas fijas de hormigón que se podrían ampliar con supletorias en el caso de ser necesario. Será el segundo con mayor capacidad y tendrá parqué “apto para la alta competición”. Se renovarán vestuarios —haciendo dos para equipos y cuatro colectivos—, dotándolo asimismo de almacenes, aseos para público, taquillas, armario, enfermería, sala de control de dopaje y espacio para autoridades.
Nueva fachada
El pabellón 6, el de la fachada que se convirtió en “vacunódromo” en la pandemia, estrenará una cara totalmente renovada y perderá el porche metálico. Se destinará a disciplinas como esgrima, gimnasia y artes marciales, estableciendo “una planta lo más diáfana posible y dotarlo de luz cenital a través de un gran lucernario en cubierta”. Habrá también dos vestuarios y se generará un acceso independiente a la planta superior para usar con fines administrativos.
Protección Civil
Otra novedad es la conclusión de la parte baja del pabellón 7, que quedó a medio hacer, para que Protección Civil se pueda mudar allí. Una de las ventajas es que tiene salida directa a la ensenada. Sin embargo, la parcela será exclusivamente de uso peatonal, circulando los coches por su perímetro aunque sí está contemplado un espacio que podría servir de estacionamiento, dotado de 70 plazas, para usar en caso de eventos.
El pabellón de la Marina
Finalmente, el emblemático pabellón de Marina, que incluso llegó a aparecer en algunas escenas de la serie “Rapa” —emulando ser la casa de un clan gitano que no se preocupaba demasiado por el orden y la limpieza dómestica—, se alza como “la pieza más representativa del conjunto”, con un claro “interés arquitectónico y patrimonial” al ser uno de los pocos ejemplos de “arquitectura expositiva de los años 60 que ha llegado a nuestros días”, explican los técnicos municipales.
Teniendo esto en cuenta, se rehabilitará para adaptarla a otros usos, en principio, la práctica de boxeo. Se habilitarán vestuarios y aseos, renovando cubiertas y fachadas sin perder la esencia del la construcción original.



