La temporada de cruceros se clausura con una doble escala este lunes
El "Mein Schiff 7" y el "Spitsbergen" llegan a primera hora al puerto ferrolano

La temporada de cruceros de 2025 llega a su fin. El “Mein Schiff 7” y el “Spitsbergen” amarrarán alrededor de las 8.00 horas de hoy en el espigón exterior del puerto interior en las que serán la decimoctava y decimonovena escalas en la ciudad naval por este año. Serán las últimas, aunque uno de los dos barcos no se marchará hoy.
Los dos trasatlánticos son muy diferentes. El “Mein Schiff 7” es de gran porte y tiene capacidad para alrededor de 2.900 pasajeros. Llega procedente de la rada francesa de Le Havre y sobre las seis de la tarde zarpará rumbo a Lisboa.
El “Spitsbergen”, por su parte, es un barco más modesto. La capacidad es de algo más de 300 pasajeros y entrará en Ferrol tras haber tocado tierra por última vez en la Bretaña francesa. Este, sin embargo, prolongará su estancia unas horas más; así, está previsto que pernocte –un tipo de escala muy poco frecuente en los 21 años de experiencia del puerto de Ferrol en este tipo de tráfico– y se marche con destino a Vigo mañana martes sobre las 17.00 horas.
Terminal
Con la salida del “Spitsbergen” se abrirá un paréntesis de más de medio año hasta la llegada del siguiente. Según la programación del organismo que preside Francisco Barea, en 2026 el puerto recibirá 26 escalas, lo que supondrá, si no hay cancelaciones, el récord, superando así las 25 del ejercicio más prolífico en este tráfico, 2014.
La temporada que viene comenzará por lo tanto en abril, como este 2025, pero se alargará más, pues finalizará en diciembre. Además, habrá, como este ejercicio, dos dobles escalas, también en el mes de octubre.
Para 2026, además, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria habrá adjudicado ya la terminal de cruceros, a la que destina 400.000 euros por un periodo de explotación de 30 años. Con esos plazos trabaja el ente, que quiere que la planificación de 2027 corra ya completamente a cargo de la empresa que gestionará la terminal. Entre las obras que se prevén está la ampliación de la línea de atraque en aproximadamente 180 metros en la zona del espigón exterior para favorecer dos escalas al mismo tiempo. Esta ampliación se hará a través de un duque de alba.
Además, las condiciones que se establecen en los pliegos recogen la posibilidad, hasta ahora inexplorada, de que Ferrol se convierta en origen y destino de cruceros. Eso requerirá una serie de inversiones en inmuebles y, sobre todo, control y seguridad que deberá asumir la adjudicataria.
El Puerto exige además que la firma que se haga cargo de la terminal tenga una experiencia mínima y que, al menos en tres de los últimos cinco ejercicios, haya gestionado un volumen de más de 40.000 pasajeros anuales. Esa es la aspiración del puerto y, de hecho, se marca plazos para alcanzarlo. Al cuarto año natural desde que asuma la concesión, la empresa deberá alcanzar esa cifra, a la que, de momento, no ha llegado el organismo portuario. El mejor ejercicio, como se recordará, fue también 2014 –el año de las 25 escalas–, con algo más de 39.000.
Media
Últimamente, el Puerto ha oscilado, con la excepción del año de la pandemia, entre los 17.000 y los 22.000 pasajeros, unos números que el presidente del organismo quiere duplicar con el nuevo contrato, como manifestó antes de que la terminal se sacara a concurso.
