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Ferrol

Mar comunica a los pósitos el empeoramiento de la calidad del agua del banco de As Pías

Se reclasificará como zona C tras un incremento de E.coli

Mariscadores en plena faena, en una imagen de febrero pasado
Mariscadores en plena faena, en una imagen de febrero pasado I
Jorge Meis

El sector marisquero de la ría de Ferrol se enfrenta a una nueva crisis y, aunque parezca imposible por toda la inversión en materia de saneamiento que se ha hecho en la última década, tiene que ver con la calidad microbiológica de sus aguas. La reunión que la Consellería do Mar mantuvo este miércoles en Ferrol con las cofradías y representantes de los municipios de la ciudad naval, Narón y Neda, ha supuesto un nuevo mazazo para los pósitos, que recibieron la noticia de un incremento, en algún punto desorbitado, de la presencia de E.coli en una amplia zona de la ría, en concreto en la parte interna del banco de As Pías.

El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño –Intecmar–, en su seguimiento periódico de la calidad del agua de todos los bancos productivos de Galicia, ha constatado un aumento de la carga de materia fecal, lo que obligará, por primera vez desde que en los años 2017-2018 comenzó a percibirse una mejoría con la entrada en funcionamiento de la estación depuradora de Prioriño, a reclasificar como zona C la mayor parte del As Pías, el más grande de la ría. Según ha podido saber este diario, en algún punto, además, la concentración de coliformes está más cerca de lo que en su momento se llamaba zona D o de exclusión –más de 46.000 E. coli por 100 gramos de carne y líquido intravalvar– que de una zona B –un máximo de 4.600–, lo que da muestra de la situación. Si en una zona C es posible extraer moluscos bivalvos para someterlos a una depuración intensiva –las bateas–, en una zona D hasta esa alternativa está prohibida.

En concreto, en la reunión, en la que participaron la directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, Ángeles V. Suárez; la responsable del Intecmar, Covadonga Salgado; y la directora territorial de la Consellería, María Cancelo, se estuvo valorando la evolución de los resultados microbiológicos de las diferentes zonas, y esa tendencia obliga a Mar a hacer cambios en el denominado GAL 03/08-2 –As Pías interna, es decir, el espacio comprendido desde la línea imaginaria que une las puntas del Montón y de As Pías con el puente del tren, exceptuando A Gándara– para reclasificarlo como zona C “debido a un empeoramento dos resultados”, señalan fuentes de la Consellería. De este modo, este polígono compartirá la misma categoría que el GAL 03/08-1, el inmediatamente anterior en dirección al exterior de la ría.

Esta nueva categorización, que se hará oficial con la publicación en el Intecmar en los próximos días, supone un paso atrás y, para el sector, que ha anunciado que prepara un comunicado que probablemente difundirá mañana jueves, es la gota que colma el vaso. Nunca antes –ni siquiera cuando entró en vigor el reglamento europeo sobre la calidad de agua–, se habían extraído y comercializado menos bivalvos en la ría debido a un descenso anormal –pero sostenido desde finales de la década pasada– de la producción, como prueba la práctica desaparición de la almeja babosa, que durante muchos años fue la especie de referencia para las cofradías locales

Sin que todavía se hayan podido conocer las causas precisas –todo apunta que son varias, pero no hay un estudio definitivo que lo confirme o lo matice– que explican este desastre sin precedentes, la nueva reclasificación obligará a que todo los moluscos que se extraen en la zona tengan que pasar por el proceso de depuración intensiva en la batea de Punta San Carlos, una acción que demorará la comercialización del poco marisco que todavía hay.

Cabe recordar que esta situación llevó a que la Xunta autorizase una parada biológica de tres meses que se extendió entre mediados de abril y mediados de julio de este mismo año. Fue una medida paliativa que económicamente dará un pequeño respiro al sector –las solicitudes de ayudas se están tramitando en estos momentos–, que sigue viendo cómo otros recursos que no son la almeja, como es el caso de la zamburiña, acaban de cerrar la campaña de extracción anual con datos de producción muy alejados de los 24.000 kilos de 2023. Estos meses apenas han podido recolectar 3.500.

Los motivos de este aumento descontrolado de E. coli son desconocidos por el momento, pero entre los posibles que se sacaron a colación en el encuentro de ayer están –además de los aportes que pueden hacer los ríos– los problemas que presenta la depuración en el concello de Neda.

Hace tiempo que se viene planteando esa necesidad y, de hecho, hace casi tres años, en enero de 2023, el Plan Hidrológico de la demarcación Galicia-Costa incluía una inversión de un millón de euros para acometer esta inversión con el límite puesto en el horizonte de 2027.

Sin embargo, de momento esa intención no se ha materializado, aunque la experiencia y la envergadura de la actuación anticipan que no será suficiente. En ese sentido, el Concello ya entregó en su momento a la Xunta un plan director de saneamiento que fija las intervenciones y la financiación necesaria para su ejecución, que la administración local no podrá financiar en su integridad por la escasez de recursos. De hecho, en su momento Neda reclamó el apoyo de Augas de Galicia, como está haciendo, por ejemplo, en el saneamiento del rural ferrolano.