“Aquí o pan é arte, é cultura, é tradición. É un exemplo, sen dúbida, para outros lugares onde nos intentan vender eses sucedáneos, esas barras conxeladas que non saben a nada e que costan carísimas. Iso é pan?. Pois non, Iso é outra cousa. Aquí en Neda si que sabemos facer bo pan”.
Con estas palabras mostraba la pregonera de la Festa do Pan, la periodista nedense de nacimiento, Ada Romero, el orgullo por el producto que ha puesto en el mapa desde siempre a Neda, y por quienes lo elaboran porque, señaló, “cada peza conta unha historia, a de quen o fai e a de quen a comparte.
La pregonera recordó su infancia y su juventud, estrenando el instituto de la villa, el Fernando Esquío, o disfrutando de los “queiques” de su abuela Cándida y los “boliños que me preparaba a miña aboa Mari, de manteiga con azucre”, de los bocadillos de la merienda de invierno, viendo Barrio Sésamo y mirando llover tras la ventana o de los bollitos, las cañas de chocolate o los dulces “que comiamos a escondidas nos recreos”. Todas esas vinculaciones sirvieron, además, para recordar la labor de las panaderas “que facían o pan silenciosamente, de noite cocendo, de día repartindo, pola tarde amasando… e conciliando todo este duro traballo co cuidado dos fillos, das súas familias e das súas casas”.
Ada Romero reivindicó la necesidad de seguir luchando “para que este pan teña, alomenos, unha IXP –unha Indicación Xeográfica Protexida– ou unha Denominación de Orixe, para poder seguir dándolle o valor que merece”. Más allá de estos reconocimientos oficiales, el del público está claro que lo tiene y es evidente a la vista de la cantidad de gente que se congregó en el paseo de Neda, el espacio que sustituyó con el tiempo a la antigua feria del Albarón donde tuvieron lugar las primeras ediciones de esta Festa do Pan, que alcanzó este año su 35º edición.
Los productos de las panaderías de la zona que participaron en el evento, como La Nueva, Germán, Santa Rita, Paca Castro o las colaboradoras como La Gallega, Modesto Hermida o J. Castro Hermanos no dejaron de servir sus roscas, empanadas o bollería bajo un sol que no parecía que fuese a calentar tanto pero que brilló hasta entrada la tarde.
Los puestos de pan se completaron con los del mercado de artesanía en los que se podían comprar objetos de adorno, bisutería o juguetes , entre otros productos, además de los alimenticios, también elaborados en la comarca, como las galletas Maruxas de Nata, los productos de Fusquenlla, la miel de Grañas do Sor, el requeixo de Sillobre o los quesos de Moeche, entre otros.
Además, la fiesta estuvo amenizada por la música de gaitas y los bailes y paseos de los cabezudos que se asomaron a la fiesta, atrayendo a muchas personas interesadas en fotografiarse con ellos. Tras el pregón, fueron Los Zares los que pusieron la nota musical mientras se formaban ya largas colas para la comida popular que se celebró bajo carpa.
Aunque las panaderías fueron las protagonistas de la mañana, por la tarde la actividad continuó muy animada con talleres para los más pequeños y espectáculos de payasos, exhibición de Urban Galicia Breaking o música de Lenda Ártabra para cerrar una edición más. La feria estrena el mes de celebraciones de septiembre y además, este año tiene continuidad en la patrona de Neda, Santa María, que comienza hoy mismo sus fiestas parroquiales, como recordó también en el acto el alcalde, Ángel Alvariño,que estuvo acompañado por los ediles de la corporación.
Las tres mejores empanadas
Como ya es tradición también en la Festa do Pan de Neda, cada año se celebra un concurso de empanadas para “panaderas” no profesionales. Esas empanadas que se hacen en casa y que tienen todas ellas un toque especial, además de ingredientes de primera calidad. Una decena de veciños y vecinas participaron en el concurso, que contó con un jurado integrado por el director de El Boletín, José Pita; la vecina Teresa Primoy, con una extensa tradición familiar panadera; y Carmen Yáñez, directiva de Axune.
Tras reconocer lo difícil de la elección se hizo entrega de los vales de compra por valor de 200, 150 y 100 euros a las tres mejores empanadas. El primer premio fue para la empanada de berberechos de Inés Cortés; el segundo para la de sardinas de María del Carmen Sixto; y el tercero para la elaborada por Fátima Casanova Ruano, una empanada de atún sin gluten.
