La parte externa de la ría, la que abarca el área comprendida entre las líneas imaginarias que unen Cabo Prioriño con Punta Coitelada y Punta San Carlos con el Segaño, vuelve a ser zona A, una clasificación que refleja la calidad de sus aguas, con concentraciones muy bajas de E. coli y, por lo tanto, sin riesgo para la salud en lo que tiene que ver con el consumo de bivalvos.
El cambio ha sido verificado y autorizado por los laboratorios del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia –Intecmar– y supone que los moluscos que se extraigan de la zona reúnen las condiciones microbiológicas para poder venderse en fresco, es decir, directamente al consumidor. Además, al estar en esa zona localizada la batea de depuración, conlleva que los bivalvos que se recolectan en otros bancos con una calidad baja de agua –las llamadas zonas C– puedan reducir más rápidamente la carga de E. coli que tengan.
Hace dos años, en agosto de 2023, el Intecmar, en base a los resultados históricos y recientes de las diferentes muestras tomadas en los puntos de control, decidió cambiar la clasificación de la boca de la ría a estacional entre septiembre y febrero, es decir, que la mitad del año sería B –el marisco tendría que completar la reducción de su concentración de E. coli en una depuradora antes de poder venderse al consumidor final– y la otra, entre marzo y agosto, era A. A partir de ahora, y mientras los resultados de las analíticas no lo rectifiquen, mantendrá esta categoría todo el año.
Casi toda la ría, con la excepción de la que abarca el banco de As Pías, es ya zona B
Este es el último cambio que afecta al denominado GAL 03, que abarca todo el área de producción entre Cabo Prior y Punta Coitelada y demuestra la mejoría de la calidad de las aguas de una ría que, hasta la puesta en marcha de la EDAR, a finales de la década pasada, era mayoritariamente zona C.
En estos momentos la predominante en el interior es B, con la excepción de la parte externa recién reclasificada y del GAL 03/08-1, que se localiza entre el polígono que forma el muelle de la playa de Caranza y el de la antigua Astano, además de las puntas de O Montón y As Pías. En este caso es provisional, de modo que está pendiente de su revisión. Este estado suele estar relacionado con la eventualidad de algún episodio de concentración alta de E.coli, no prolongado ni reincidente en el tiempo.
También es provisional, aunque en este caso B, tanto la ensenada de Caranza, que en su momento llegó a ser la única zona de exclusión de Galicia, y la parte interna de la ría, salvo As Pías, es decir, desde las puntas Os Castros y Caranza hasta los muelles de la antigua Astano y de la playa del barrio.
Las otras siete zonas en que se divide la ría a nivel productivo son zonas B.
