En primavera del pasado 2020, en plena incertidumbre por la pandemia de coronavirus y con los cierres municipales dibujándose en el horizonte, el entonces presidente del comité de empresa de Parques e Xardíns, Francisco Macías, acompañado de Sindo Pena, representante sindical del colectivo de UGT, visitaron la redacción de Diario de Ferrol para denunciar el estado de las instalaciones de la adjudicataria de este servicio municipal. Junto con un amplio archivo fotográfico para ilustrar la situación, ambos portavoces mostraron las pésimas condiciones en las que se encontraba el recinto, con duchas apenas funcionales, sin espacio para guardar los efectos personales y tablones cubriendo el suelo por el avanzado estado de deterioro del mismo.
Cinco años más tarde y después de numerosos episodios de conflicto –incluida una huelga durante Semana Santa–, el nuevo contrato de este servicio ya se encuentra en marcha y con este, los profesionales que realizan esta prestación ya gozan de unas instalaciones que, como ellos mismos indican, cumplen al fin todas las demandas de la plantilla. La sede, una nave industrial anexa a la de la compañía de mantenimiento eléctrico Effico, se configura como un gran espacio para el almacenamiento de los nuevos vehículos y maquinaria, con seis puntos de recarga eléctrica; un vestuario doble masculino y otro femenino; taquillas interiores y exteriores; un área de reparaciones; una zona exterior para los equipos de mayor tamaño –como el tractor con brazo desbrozador– y las oficinas en la primera planta.
“Aquí se ofertó por parte de la empresa adjudicataria una nave, que estaba completamente vacía. Ellos la equiparon, se habló con el comité de empresa para que hicieran un seguimiento de las obras y, como se puede ver, de lo que estaban a lo que es ahora son dos mundos completamente distintos”, relata con orgullo el edil de Obras e Servizos, José Tomé. En este sentido, el concejal explica que el pliego se elaboró teniendo en cuenta las exigencias de la plantilla, las necesidades detectadas con el paso de los años y otras aportaciones, como las realizadas por el grupo municipal de Ferrol en Común.
“En las anteriores instalaciones hubo denuncias de Inspección de Trabajo, se sancionó a la empresa...”, enumera el responsable, incidiendo además, en el estado de la maquinaria, la cual tendría que haberse renovado casi en dos ocasiones entre la firma del anterior contrato, en 2013, y el actual de 2025. Así, Tomé insiste en que una de las condiciones durante la licitación fue que todos los elementos para prestar el servicio, desde los vehículos hasta los equipos más básicos, debían ser completamente nuevos, algo que se ha cumplido apostando además por tecnologías eléctricas –con el doble objetivo de potenciar la sostenibilidad y la eficiencia al tiempo que se reduce notablemente la contaminación acústica–.
“La verdad es que se cambió todo, las instalaciones, la maquinaria, se amplió el personal y se dimensionaron todas las dotaciones a la tipología de jardines que hay”, relata por otro lado Francisco González, jefe del servicio. En este sentido, el profesional rememora la dificultad de acometer las labores con el anterior contrato, apuntando que la maquinaria específica que se requiere tiene que cambiarse cada cuatro años y que ellos tuvieron que seguir operando con una que había alcanzado los 15. A modo de ejemplo, González señala que antes se contaba con un único vehículo cortador tipo “mower” para todo el municipio, mientras que ahora hay “seis o siete” adaptados a diferentes tipologías de trabajos. “Ahora también los sopladores y las sierras son todas eléctricas, tenemos un brazo desbrozador en propiedad, que adelanta mucho los trabajos en taludes... Son muchos pequeños detalles que hacen que el día a día, para lo que es el trabajo de los que están en el campo sea más fácil”, sentencia el responsable.
