
Es cierto que sólo se ha disputado un partido y que el Racing de Ferrol todavía tiene mucho que mejorar, “tanto ofensivamente como defensivamente, porque los detalles van a marcar las diferencias”, como indicó el técnico Pablo López, pero lo cierto es que tanto A Malata como el racinguismo parecen haber encontrado un nuevo ídolo. Se trata de Jairo Noriega, un joven centrocampista con una calidad exquisita y que fue uno de los grandes culpables de la remontada del conjunto verde ante el Talavera.
El jugador herculino se encuentra como pez en el agua jugando detrás del punta y con la libertad necesaria para aparecer por cualquier zona del campo. Da igual que sea metiéndose con los medios para generar ventajas en el centro del campo, como rompiendo líneas con pases milimétricos o llegando con mucho peligro a la frontal del área.
Se trata de un futbolista diferencial, algo que el Racing echó en falta la temporada pasada. Puede ser que a primera vista no destaque mucho, pero en cuanto el balón pasa por sus pies, se sabe que van a pasar cosas. Ve el fútbol mejor que nadie. Y eso lo sabe muy bien Pablo López, que ya lo tuvo el año pasado en el Ourense –donde Jairo anotó cuatro goles y repartió cuatro asistencias, además de generar múltiples oportunidades para su compañeros– y sabe de todo lo que le puede dar a un equipo que tiene como objetivo regresar al fútbol profesional.
Ante el Talavera, el técnico coruñés probó varios sistemas, pero todos orbitando alrededor del centrocampista ofensivo. Primero empezó como tercera pieza en el medio campo. Ahí ayudó en la construcción del juego, pero no tuvo tanta libertad para llegar arriba. Sin embargo, desde esa posición consiguió marcar un auténtico golazo que supuso el 1-1 momentáneo. Éste llegó después de que el “5” racinguista fuese el más listo de la clase al esperar un rebote tras una pugna aérea, recogiese el balón, encarase la portería y con un zurdazo desde fuera del área, ajustase el balón a la cepa del poste para llevar el delirio a una A Malata, que no dudó en ovacionar a su jugador. “No sé si el primer gol fue un despiste o brillantez de Jairo porque no ha sido una jugada elaborada, sino un segundo balón que ha ganado y conducido para tirar desde fuera”, reconoció posteriormente el entrenador rival Diego Nogales.
Unos halagos que también llegaron por parte de su preparador, que adaptó su alineación para que el herculino se luciese en su nueva casa. “En mis equipos no hay titulares ni suplentes. Hay estados de forma y planes de partido. Creíamos que este partido era importante que jugase Álvaro Peña al lado de Ander (Gorostidi) para darnos más control de juego y así liberar a Jairo en esos desmarques y llegadas que hace. La verdad es que funcionó bien. Le doy la enhorabuena por el gol que ha hecho. Toca seguir porque aún hay cosas que tenemos que mejorar”, aseguró.
Ovación
Y es que en la segunda parte, buscando el tanto que les diese la victoria, el entrenador racinguista dio una vuelta al esquema. Pasó del 4-3-3 de la primera parte a un 4-2-3-1, en el que Noriega se desempeñó como mediapunta y capitalizó todos los ataques, uno de los cuáles acabó en una falta en un lateral del área, que fue el desencadenante del segundo gol. Posteriormente tuvo alguna ocasión más para marcar otro gol, pero su disparo se marchó por poco. Esa fue una de sus últimas intervenciones, ya que en el minuto 84 fue sustituido por David Concha. En ese momento, los 5.367 espectadores que acudieron a A Malata ovacionaron al joven herculino, que a base de trabajo y talento se ha ganado a una afición que espera grandes cosas de él y éste no piensa fallarles, ya que quiere devolver al Racing al fútbol profesional lo antes posible. Sin duda, hay un nuevo ídolo por Ferrol.
