
O Parrulo Ferrol no pudo volver de una mejor manera a Primera División. El conjunto de Gerard Casas, que se midió al otro recién ascendido, el Family Cash Alzira, dio continuidad al gran estado de forma que tiene desde los playoffs de ascenso y eliminó del mapa a su rival a base de juego, trabajo, defensa y compañerismo.
El cuadro de la ciudad naval sabe que tiene que luchar todos y cada uno de los partidos si quiere lograr su objetivo, que es la salvación. No debe bajar los brazos en ningún partido, dando igual la entidad de su oponente. En el encuentro del pasado viernes lo hizo. Fue él mismo impulsado por una A Malata que volvió a ser clave.
“La afición es un espectáculo. Yo lo echaba mucho de menos. Hace dos meses y medio, en casa nos van a empujar mucho y los jugadores lo notan muchísimo”, apuntó el técnico de O Parrulo tras acabar el choque, una afirmación que compartió su homólogo del Alzira, Braulio Correal. “A Malata ha estado muy bien. Tenemos que aprender para que nuestra casa sea también un fortín”, reconoció.
Y es que los más de 1.800 espectadores que acudieron al pabellón ferrolano disfrutaron de su equipo. De cómo planteó el partido, cómo lo llevó a cabo y sobre todo del resultado, que fue muy abultado (8-3), pero justo como señaló Correal. “Han sido superiores y nosotros, sobre todo en la recta final de la primera parte y en la segunda, no hemos podido competir bien. Se ha notado en la circulación de balón. Ellos, en las ejecuciones técnicas, estaban muy cómodos y nosotros no. Nos han superado en todos los contextos del juego”, afirmó el preparador del Alzira.
Esta es una lectura del choque en la que estuvo de acuerdo Gerard Casas, aunque con ciertos matices. "Era el partido que nos esperábamos y en el que ellos estaban cómodos. Nos esperaban, finalizábamos mucho y chutamos mucho para no dar transiciones. Tienen mucha calidad y metieron dos goles en los primeros cuatro minutos con sus primeros tiros a puerta. En la media parte intentamos corregir algunas cosas y entender que estábamos haciendo un buen partido, pero teníamos que ser un poco más agresivos en los duelos. En la segunda, los jugadores estuvieron espectaculares en los duelos individuales. Les costó muchísimo superarnos en el uno contra uno", dijo.
Un seis mágico
En esa situación, el que más brilló fue David Novoa. El '6' parrulo no sólo marcó dos goles -el 1-0 nada más empezar y el 4-3, a falta de 20 segundos para el descanso–, sino a través de asistencias y generar espacios para sus compañeros. El de Benavente dio un recital, hasta el punto de que ambos técnicos destacaron su actuación. "Ha dado un paso adelante a nivel individual y ha sido muy determinante porque ha marcado, en momentos del partido, esa diferencia”, apuntó Braulio Correal, mientras que Gerard destacó su estado de forma. “Acabó la temporada marcando unas diferencias brutales y hoy –por el viernes– fue igual. Hay que cuidarle e intentar que el ecosistema funcione bien. Él está haciendo un esfuerzo muy grande y mejorando en las facetas en las que lo necesitaba. Está en un momento de que en el uno contra uno es imparable o esa es mi sensación”, aseveró el técnico catalán.
Pero no sólo él, sino también los nuevos fichajes, que encajaron a la perfección en el equipo. “Hemos hecho una plantilla con mucho talento. Gabriel (Penezio), Jhoy o Niko (Vukmir) han estado muy bien Todos hicieron un partidazo", apuntó un Gerard Casas, que no se quiso olvidar de Gabriel Morgato, que regresó de su lesión que le privó de disfrutar del ascenso. "Morgato lleva una semana entrenando con el equipo, pero es un espectáculo viéndole defender en el uno contra uno. Tiene unas piernas y una intensidad defensiva increíble y hace la falta que supone el doble penalti. Aun así, le dije que había hecho un trabajo buenísimo”, explicó.
Con todo, aunque ahora todo es muy bonito, esto acaba de empezar y aún queda mucho por hacer para conseguir la salvación. “El miércoles tenemos otra final. Tenemos que ir partido a partido e intentar puntuar en cada pista”, reconoció el técnico.
