El debut de Marcos Veiga –Escuela Superior de Kárate de Narón, ESK– terminó demasiado pronto, pero las buenas sensaciones y la energía que el cadete naronés se llevó de esta cita tienen una duración mucho más larga.
El joven karateka local se enfundó, por primera vez, la indumentaria de la selección española en el Campeonato Mediterráneo de Guadalajara en una cita cuyo sorteo quiso que midiese fuerzas con el campeón luso Daniel Ciuntu. Si bien no fueron los galones del portugués los que decantaron la balanza a su favor, no del todo, sino que otra de las claves fueron los lógicos nervios de Veiga.
“Sabía que iba a ser complicado, pero me vi bastante bien y el seleccionador también me dijo que muy bien”, cuenta el naronés ya de regreso a casa “pero que no tenía que haber salido tan nervioso”. Unos 30 segundos iniciales que decantaron el combate, pero del que Veiga confirmó que “puedo llegar a tener ese nivel, lo tengo”, para próximas citas en la que ya tiene claro que “no voy a estar tan nervioso. Ya sé cómo es”.
Una confianza en sí mismo, una buena actuación y un potencial que también ven tanto su entrenador –Gustavo Vázquez– como sus compañeros de club. “Todos me dijeron que muy bien y que me estaban apoyando”, cuenta el deportista.
Si bien, el respaldo más especial en esta cita la tuvo Veiga desde la grada, con su hermana Julia, de siete años, en la bancada, animando a su hermano mayor en lo que para ella fue también su primera competición. “Aunque perdí me dijo que muy bien y que estaba muy contenta”, relata el local que, sin tiempo para el descanso, vestirá ahora la camiseta de la gallega en el Trofeo de Cáceres.
