Ortigueira busca sus orígenes en el Campo da Torre: del castro al molino, pasando por un castillo

Ortigueira quiere conocer y sacar a la luz su pasado más profundo. Lo hará por medio de un proyecto interdisciplinar que impulsa la Asociación Cultural Terras do Ortegal sobre el yacimiento arqueológico del Campo da Torre, un castro que data de la Edad de Hierro y sobre el que posteriormente se edificó un castillo en el siglo XIII y un molino de viento –conservado hoy en día– en el XVIII. “Nuestra entidad nació precisamente para eso, para conocer la cultura de la zona, para recuperarla, y no cabe duda que la historia es la parte más importante. Qué mejor que acudir al centro neurálgico de esa historia, que en este caso coincide con los orígenes de la localidad”, explica su presidente, Manuel Bouzamayor.

La iniciativa consiste en la realización de un estudio documental pormenorizado, del que se encargará el historiador y cronista oficial del municipio, Carlos Breixo. Esta investigación se complementará también con la realización de sondeos arqueológicos en el área. En estos trabajará el equipo de Cado Arqueoloxía, contando también como asesores científicos con Emilio Ramil (Axa Arqueoloxía) y Lois Armada (CSIC). “La zona en donde se harán los trabajos es un promontorio que parece casi la proa de un barco metido en la ría”, explica Bouzamayor.

Con el “pequeño superávit” del que dispone la asociación, una aportación de 6.000 euros de la Diputación de A Coruña, el beneplácito de Patrimonio de la Xunta y el apoyo logístico del Concello, la asociación impulsará también una serie de actividades complementarias que fomenten el conocimiento de la población sobre este enclave. Entre ellas se encuentran reuniones informativas o visitas para los jóvenes de los colegios e institutos de la zona. “Estamos todavía en el proceso burocrático, porque necesitamos también el permiso del dueño del terreno”, comenta el presidente de la entidad, que explica que el Campo da Torre está dividido, siendo la mitad propiedad del Ayuntamiento y la otra de particulares. “El molino está justo encima de donde estaba construida la torre del castillo. Nosotros lo que queremos es hacer unas catas arqueológicas en los alrededores para ver qué encontramos. La idea es que aparezca, al menos, alguna cimentación, porque todo lo que había allí se fue utilizando a lo largo de los siglos. En el XVIII ya estaba todo en ruinas”.
Historia y hallazgos
Por su parte, Carlos Breixo apunta que a la zona se le conoce como Campo da Torre por “la torre del homenaje, que estaba construida en una fortaleza que tenía una superficie de unos 2.000 metros cuadrados, fortificada con murallas de hasta cuatro metros de altura en el recinto exterior”.
El historiador explica que se conservan datos de esta construcción desde el siglo XV. “Había un torreón y alrededor un palacio, que aparece también en algún documento escrito en gallego como pazo. Allí estuvo durante siglos hasta que, en el XIX dejó de hacer sus funciones”, comenta el cronista, remarcando que el primer documento que habla sobre la nueva puebla de Santa Marta data de 1235. “La fortaleza es del siglo XIII y pertenecía al señorío de Ortigueira, del rey Alfonso X, quien otorgó el privilegio fuera de Benavente a la villa de Santa Marta de Ortigueira. En el siglo XV pasa a señorío particular de los marqueses de Astorga, es decir, de los Sarmiento”.

Con el tiempo, expone el experto, ese condado pasa a la Casa Altamira, “manteniéndose la fortaleza durante bastante tiempo”.
Entre los hallazgos encontrados en la zona, Breixo apunta la aparición en el siglo XIX, “cuando se deshace una parte de la entrada a las murallas, de treinta monedas en el medio de dos sillares correspondientes a tres reinados. Esas monedas se sacan aprovechando que se estaban haciendo obras municipales, en este caso la calzada de A Magdalena”. Posteriormente, recuerda el historiador, “aparecen otra moneda portuguesa del siglo XIV”.
Las intervenciones arqueológicas permitirán arrojar luz acerca de los niveles de ocupación
en la zona
En el caso del molino de viento, el cronista comenta que “en la década de los 80 del pasado siglo XIX, la familia que compra el terreno decide, con restos de sillerías, de piedras que había allí en la zona, construir un molino”, expone, añadiendo que “en Ortigueira había varios molinos de viento similares en Loiba, en Espasante, incluso en Devesos. La energía eólica se aprovechó durante siglos. Eran pequeños, como los que hay en O Barqueiro, en Mañón, funcionando estos últimos incluso en el siglo XX”.
Niveles de ocupación
Las intervenciones arqueológicas previstas pueden dar respuesta ahora a muchas incógnitas todavía por responder. En este sentido, Carlos Breixo explica que el primer cronista de la localidad, Federico Maciñeira (1870-1943) “habla del castro do Requeixo. Las excavaciones abrirán los ojos a la realidad, porque en la localidad hay bastantes yacimientos, todos en torno a la ría de Ortigueira, sobre unos 14”.

En el caso del Campo da Torre, “en la fortaleza se ve que hay una obra con fines defensivos militares, porque el foso tiene más de siete metros de profundidad, sus murallas son elevadas... pero es del siglo XIII. Lo que hay de antes, lo sabremos ahora, porque no tenemos una relación del castro en la documentación de la que disponemos”, expone el experto.
Si aparece algo en las catas, “se podrá valorar y definir cronológicamente su origen. Si hay varios niveles de ocupación, van a salir a la luz y, si solamente hay uno, el que se prolonga a lo largo del siglo XIII, XVI y XV, estaríamos hablando de un caso como el de Moeche o As Pontes: una torre, fortaleza o castillo que se construye en esa época para una función y que pasa de mano en mano a diferentes familias. En el caso de Ortigueira, los herederos del rey Alfonso X rompen su promesa al pasar el señorío de Santa Marta de Ortigueira a manos particulares”.
Así las cosas, el proyecto impulsado ahora por Terras de Ortegal no solamente busca excavar un yacimiento, sino conocer las raíces de Ortigueira y ponerlas en valor.
