En A Coruña tenemos una ordenanza que obliga a los dueños, o compañeros, de los canes a recoger sus excrementos. Y dicha ordenanza contempla ir al bolsillo del dueño, o amigo, si no cumple. Pues aun así, los servicios de limpieza recogieron de las calles herculinas 11.725 kilos de deposiciones caninas. No sabemos cuántos campos de fútbol son, pero sí que pesan como un bus vacío.